A la memoria de Robert Mena Tuya
El final llegó para mí
Sin avisar, tempranamente.
Jamás lo presentí.
Me sorprendió, calladamente.
Partí sin protestar
Junto al señor de la muerte.
Me fui sin reclamar,
Ni reprochar mi mala suerte.
Viví siempre al azar
Sin conocer jamás barreras.
Alce la bicolor sin desmayar
En las fronteras.
Un día sentí el amor
Que para mí fue importante.
También cogí la flor
De la amistad. Fui su amante.
Viajé y trabajé
Dando de mí Enteramente.
En todas me las jugué
Completamente.
Soñé vivir, soñé amar,
Soñé reír, soñé triunfar.
Quizás gané, quizás perdí.
Si hice feliz y fui feliz,
Si disfruté o si lloré,
Mi vida fue hasta el final
Una aventura.
Hay que saber que un hombre es
El creador de su vivir.
No hay qué hablar, ni maldecir,
Ni reprochar, menos fingir.
Llegué al final y aquí estoy
Tranquilamente.
Llegué al final, y ya me voy
Serenamente.
Huaraz, 22 de marzo de 2012.
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