POESÍA DE HUGO MUJICA
Vi un perro negro muerto
en la calle,
aplastado en medio de la acera, manchado,
porque nevaba.
en la calle,
aplastado en medio de la acera, manchado,
porque nevaba.
Vi la vida, allí mismo,
y no había más que eso: la coartada
del inocente: pagarlo todo.
y no había más que eso: la coartada
del inocente: pagarlo todo.
Sentí en la nieve la vida y me vi morir
como un animal que se resiste
hasta lo último
como un animal que se resiste
hasta lo último
hasta el deseo de ser rematado,
hasta el gemido final,
el que pide perdón por todo crimen ajeno:
el que perdona a dios.
el que pide perdón por todo crimen ajeno:
el que perdona a dios.
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